Restaurante “Mas Albereda”

Ubicado en una masía de más de 7 siglos de historia en el corazón de la Plana de Vic y en donde se respira tranquilidad absoluta.

Ha sido completamente restaurada; siendo, en la actualidad, un hotel y restaurante a la vez. La combinación de materiales rústicos y modernos, junto con los detalles de arquitectura exquisita, hacen que sea un espacio único. El restaurante sólo se puede disfrutar en la parte de dentro; no dispone de parte exterior.

La sala grande, de estilo más bien rústico, tiene las paredes de piedra y el techo gris. Los que dan el toque diferencial son las luces y los cuadros, de estilo extremadamente modernos. Comedor sobrio y elegante. Una apertura te lleva hacia una galería que me tiene robado el corazón. Espacio diáfano donde sólo hay mesas para dos personas. Vigas de madera en el techo, columnas de piedra fuera y vidrios de arriba a abajo.

También disponen de un reservado, para 20 personas aproximadamente, para hacer eventos con más intimidad.

El servicio es fantástico. Súper atento, pero sin caer en estridencias absurdas. Mezcla de profesionalidad con trato familiar que te hacen sentir genial.

Tipo: cocina catalana de autor. Restaurante que está bajo la batuta de Nandu Jubany. Ya sabéis que soy fan de él. Tradición e innovación se fusionan. Parte de la tierra y la naturaleza para trasladarla de los fogones en las mesas de Mas Albereda. Hay menú diario, menú degustación y carta. Tuve la oportunidad de probar:

• Coca de Folgueroles con longaniza de Fussimanya y quicos garrapiñados - un picoteo que ya te deja ver la calidad de la materia prima que sirven
• Tapita del día: bombas de pollo - finísimas
• Coca de manzana caramelizada y foie - el clásico del Nandu. No me cansaré de decir que este plato es un espectáculo. Sensacional. Las fresas con la manzana se compenetran perfectamente con el foie, sin matar el gusto
• Crema de calabaza con mascarpone y langostinos y virutas de puerro - para mí, el segundo plato estrella. Lo hubiera repetido... esas virutitas le daban un toque sensacional
• Merluza rellena de pan con tomate
• Magret de pato lacado con piña - delicioso. Tierno y sabroso a la vez
• Copita de crema catalana con fresas, helado de cereza y azúcar de limón - casi muero. De los mejores postres que he comido nunca

Más voy, más ganas tengo de volver.