Restaurante “Alcaufar Vell”

Es, sin duda, uno de mis restaurantes preferidos de Menorca. Me cautivó tanto que son pocos los años que no lo he visitado. Tiene un encanto especial.

El edificio es elegante y rústico a la vez. Solo bajar del coche respiré una inmensa calma. La tranquilidad y el silencio hicieron que bajara las revoluciones de inmediato. Algo que, cada día, me gusta y agradezco más.

En la fachada principal hay unas mesitas que engañan. De entrada, uno puede pensar que eso es el restaurante; pero al ver que no hay nadie, el instinto invita a entrar en el edificio. Enseguida uno ya se encuentra en el Jardí dels Ullastres. Las mesas, muy bien puestas, bajo estos árboles tan característicos de la isla, enamoran a cualquiera.

Al lado se encuentra la piscina del mismo hotel. La iluminación con velas y luz ambiental hacen que el jardín sea tan agradable que siempre prefiero ir de noche.

El servicio es exquisito. Dejando aparte a Jaume, que es el alma de todo y merece mención aparte, el equipo está muy atento con todo lo que ocurre en el jardín, pero respetando el espacio y la intimidad de la gente. La sensibilidad es extrema.

Tipo: cocina delicada con productos de temporada. Existe la opción de comer a la carta o escoger el menú degustación. Lo he probado todo. La última vez comí el Menú de l'Amo:

• Aperitivos
  • Crema de verduras del día - Deliciosa y elegante manera de empezar el menú.
  • Selección de quesos de Menorca - Nada que añadir. No hace falta opinar sobre la calidad de los quesos de la isla. Son espectaculares. 
• Entrantes
  • Yemas de huevo y chorizo Santa Catalina, patata, boniato y setas - Plato estrella, sobretodo, por la sorprendente mezcla de productos. A destacar la calidad de los mismos. Habría repetido!
  • Calabacines rellenos - Otro plato curioso y delicioso. El calabacín lo sirven con tomate y setas.
• Principales
  • Lubina en "panadera" - Plato sin complicaciones donde se aprecia la calidad del producto.
  • Corte premium del entrecot (lomo alto sin hueso) - Super tierno. También habría repetido!

Tal y como dicen ellos: "La gastronomía es el arte que utiliza los cinco sentidos".

Aquí les sobremesas se hacen eternas. Nunca encuentro el momento de irme. Es uno de los sitios que estoy más a gusto de las Balears.

El restaurante está ubicado en medio de una carretera poco transitada y que lleva a una cala poco concurrida, cosa que hace que esté alejado del turismo masivo. Mucho mejor así, verdad?