Parapente con “Entrenúvols”
AccesoEn Àger, preguntad por la casa rural “Can Maciarol”.
Las oficinas de Entrenúvols “están justo en frente.
Camí de Montsec Àger
Lérida (España)
Telf: (+34) 973 455 023
E-mail: info@entrenuvols.com
Web: http://www.entrenuvols.com
Iba a pasar un fin de semana con amigos en el valle de Àger. La idea inicial era desconectar un poquito del estrés de la ciudad y vivir la naturaleza. Teníamos claro que haríamos la ruta a pie del Congost de Mont-rebei; pero no había mucho más previsto hasta que a alguien se le ocurrió la idea del parapente.
De entrada la propuesta me ilusionó muchísimo. Era una experiencia que siempre había querido hacer y nunca la había llevado a cabo. Pero a medida que se acercaba el día, los nervios iban creciendo en la barriga.
Un 11 de Septiembre a las 12h estábamos desayunando en el alojamiento rural "Cal Maciarol". No tengo ni idea de cómo son los apartamentos, pero lo que sí os digo es que los bocadillos son buenísimos. Delante mismo está la oficina del parapente "Entrenúvols". Tiene la medida justa para poder guardar todo el material que necesitan para volar. No están por tonterías. Ningún lujo; porque lo que quieren ellos es pasar el menor tiempo posible allí dentro. Ellos quieren volar y punto.
Una de las cosas que más me gustó y que más envidia me generó es el ambiente que se respiraba entre ellos. Es muy chulo ver como un grupo de amigos comparten pasión. Desprenden alegría y lo hacen de forma conjunta.
A las 13h ya estábamos dentro de su furgoneta para ir al campo de vuelo. La carretera es complicada. Está llena de curvas y tiene bastante pendiente. Los pilotos van cantando canciones durante el trayecto y te animan, en todo momento, a cantar. Supongo que es su juego psicológico para distraer y tranquilizar a la gente. La verdad es que no soy capaz de decir cuando duró el trayecto...
Una vez arriba, el vértigo y los nervios son inmensos. Mientras ellos bajan el material de la furgoneta y lo preparan todo en una explanada; yo no sabía qué hacer. Por un lado, intentaba disfrutar de las maravillosas vistas pues tener todo el valle a los pies era un regalo impresionante. Por el otro, ese mismo regalo se convertía en el sufrimiento de pensar que por aquel precipicio me tendría que dejar caer yo minutos más tarde. Tenía una mezcla de sensaciones brutales.
Cuando lo tienen todo a punto, llega el momento de la verdad. En el instante en que el piloto te ata a él, ya te das cuenta de que no hay vuelta atrás. Tuve la suerte de hacer un "Bautismo de Vuelo" con Jordi Marquillas. Me hizo las explicaciones pertinentes con una calma admirable. Recuerdo que sólo me decía: "haremos tres pasos y ya estaremos volando. Déjate llevar". Y así fue.
Yo estaba revolucionada. Detrás estaba él pegado a mí. Enfrente tenía una explanada que, en pocos metros, se convertía en acantilado. El corazón me iba a mil. Cuando él me dijo "vamos", yo ya no tocaba el suelo. Me impresionó mucho tener que correr hacia el vacío. Fue todo muy rápido.
Y... de repente, silencio. Es curioso, pero pasé de ser un manojo de nervios a tener una tranquilidad y una paz radicales. Pasé cero miedo. Las vistas son espectaculares y, como estaba tan relajada, las pude disfrutar como se merecían. Viví una sensación muy auténtica y única.
Estuve unos quince minutos volando. Disfrutando. Haciendo mil fotos e intentando grabar esas imágenes en mi cerebro. En el momento de más calma, Jordi me dice "susto o muerte". Cometí el gran acierto de decirle "dame marcha". Sin tener tiempo ni de digerir lo que había contestado, Jordi me puso boca abajo! Hicimos acrobacia y fue una sensación tan bestia que no puedo ni explicarla.
Tras vivir este momento, puedo afirmar que el aterrizaje es muy tranquilo.
Si podéis, no dejéis escapar la oportunidad de hacer un "Bautismo de Vuelo" (no es necesario tener experiencia, pues se vuela con un piloto experto) por la fantástica valle de Àger. Es una de las mejores zonas de vuelo libre de Europa. Está reconocida a nivel mundial y es una experiencia fantástica.
De Entrenúvols no puedo decir nada más que son un equipo bestial. Tienen una calidad humana indescriptible. Saben tranquilizar y controlar psicológicamente al cliente nervioso . Y al mismo tiempo saben cómo hacer que disfrutes. Me encantan!
No os vayáis sin comprar el reportaje fotográfico! Creedme. Me lo agradeceréis toda la vida.
A unos veinte minutos en coche, está el hotel "Terradets". Está ubicado en el lago Terradets y regala unas vistas inmejorables del lago.
Duración:
El vuelo dura 20 minutos.
Niños
Recomendable para niños, pero no muy pequeños.
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