Vuelo con “Globus Empordà”

Me hace gracia ver que las discusiones son siempre para debatir cuál de los dos Empordàs es el mejor. Me fascina que nadie ponga en duda la belleza de ninguno de los dos. Es evidente que son bonitos; pero... lo que no es tan evidente es que alguien haya tenido el privilegio (que he tenido yo) de ver los dos a la vez... en el mismo momento! Y esto sólo se puede conseguir desde el aire.

Nada mejor que tener la experiencia en globo... es el medio que permite disfrutar de las vistas con más tranquilidad. Y eso era justo lo que yo buscaba.

De todo lo vivido durante la mañana, tengo que decir que lo que más me ha gustado es el tándem que forman los hermanos Joan y Jaume. Por un lado, son unos grandes profesionales y, por el otro, son dos personas extraordinarias, naturales y transparentes. Me fui de allí con el buen feeling de haber conocido buena gente y eso es impagable.

Han decidido volar por el Empordà porque son de allí. Conocen muy bien la geografía y los vientos que a menudo ventilan la comarca y eso, para mí, es el gran valor añadido que tienen respecto a otras empresas que ofrecen lo mismo.

Aunque hay que hacer reserva previa, nunca se garantiza el vuelo hasta el día antes de la salida. Necesitan ver las previsiones meteorológicas en el último momento para poder planificar el vuelo con detalle. Es entonces cuando informan del punto de salida a todos los pasajeros.

Los vuelos salen muy pronto por la mañana. Me pareció entender que es debido a las térmicas y, como esto tiene una relación directa con la seguridad del vuelo, no opté a ningún debate. Los horarios dependen de la época del año. En Julio, son a las 07h de la mañana y la duración del vuelo es de una hora y media aproximadamente.

Cuando el globo está listo, Joan da cuatro mensajes básicos de seguridad, explica el recorrido que se hará y la importancia de cómo moverse dentro de la cesta. Una vez está todo dicho y con los nervios a tope, arranca el vuelo.

Había visto Begur, Roses, Banyoles... mil veces, pero nunca desde esta perspectiva. Al igual que recomiendo conocer la costa desde el mar, también recomiendo descubrir el Empordà desde arriba. Las vistas son fantásticas, pero lo mejor de todo es la tranquilidad que se respira. Sólo se escucha el ruido del globo y los ladridos de los perros de los pueblos.

Vosotros sabíais que el globo sólo se puede controlar verticalmente? Yo no. El desplazamiento horizontal lo hace el viento. Joan es quien juega a la perfección con ambos factores para conseguir volar hacia donde él desea. Una vez aterrizados, Jaume, que ha hecho el seguimiento del vuelo por tierra, espera con el todoterreno. Guardamos el globo y es el momento de disfrutar del desayuno en "Can Quel" de Ullastret! Comida casera y copiosa que, a mí, no me dejó comer. Es durante el desayuno que se hace la entrega de los diplomas.

Durante el mismo día publican en su web el recorrido del vuelo efectuado con información de la duración, los kilómetros recorridos y las altitudes máximas y mínimas, entre otros. A mí me hizo ilusión tenerlo.

Gran equipo humano que ofrece una experiencia auténtica que nadie debería perderse.

Una hora y media aproximadamente.

Sin problema.