Restaurante “Bardaguer”

Poco me esperaba lo que me encontré.

Iba recomendada por una persona experta del sector de la restauración, había indagado por la red, lo seguía por Facebook y había revisado todas y cada una de las fotos de los platos... pero, el empuje y la creatividad de Nuria superó mis expectativas.

Ella... ¿cómo lo puedo decir? Lo resumiría diciendo que es una fantástica anfitriona. Me recibió con los brazos abiertos, cordial y cercana a la vez. Sincera, transparente, tal cual, sin ocultar nada. Estuvimos un rato charlando en el patio de la parte trasera. Nos reímos y hablamos de proyectos a la vez. Sin perder el tiempo.

En la cocina, Román Cuevas haciendo de las suyas. Educado y profesional. Se preocupa por ver la aceptación de sus platos. Lucia en la sala y Marcel en la barra completan este equipo de personas que te hacen decir un "volveré".

El local ocupa la histórica casa pairal de "Can Baldiri". La puerta de fuera es monísima. Las contraventanas exteriores de madera, perfectamente tratadas, protegen las puertas de color azul. La mezcla es elegante.

El interior, reformado con un gusto exquisito, es muy moderno pero manteniendo toques rústicos. Un sofá azul con cojines rosas, todo de terciopelo, cruzan el Bardaguer de punta a punta. Mesitas pequeñas de madera están repartidas por todas partes y se juntan unas con otras en función de las necesidades del día. Las sillas, azules y blancas, monísimos.

Una vez allí, me dejé llevar por las recomendaciones de Nuria.

Tipo: cocina de temporada. Tuve la oportunitat de probar:

• Ceviche de bonito - presentado en un pequeño pote de aluminio que lo hace divertido. Muy gustoso.
• Rollitos de calabacín, bonito y zanahoria con soja - para mi, uno de los platos estrella. Contraste de gustos que enamora.
• Ceviche de vieira - para llorar. No puedo decir más. Para todos los que os guste la vieira, este plato es un espectáculo.
• Carpaccio de pies de cerdo y boletus, almendras y salsa de mostaza - de pecado. Cuando vuelva al "Bardaguer", lo volveré a pedir.
• Tortilla con trufa - en los platos poco soficticados es donde siempre se aprecia la calidad del producto. Éste es un claro ejemplo.
• Rape a la plancha con beichamel y espinacas - delicioso. Tengo que pedir disculpas porque no hay foto de este plato.
• Ravioli de plátano y fresa con frutas de la pasión - no había mejor manera de cerrar la comida. Brutal.

Quiero destacar que todo el producto es Km.0. No quieren ni tienen producto congelado, sólo materia prima fresca.

También sirven desayunos de cuchara los fines de semana y copas por las noches.

Inauguración en el "Viure cada dia" del Canal Català con Julià Peiró.