Escapada Edinburgh

No es ningún secreto decir que Edinburgh es una de las ciudades más bonitas de Europa. De hecho, me atrevo a decir que es una de las ciudades más bonitas que he visto nunca.

Tiene ciertos paralelismos con otras ciudades. Como Atenas, tiene su propia acrópolis: el castillo majestuoso que parece que controle la ciudad, protegiéndola. Como Roma, Praga y Lisboa está construida sobre colinas. Es única. Sobria y silenciosa. Elegante. Como se ha escuchado durante años "Edimburgo es lo que París debería ser".

Hay dos zonas bien diferenciadas: la Old Town y New Town. Tuve la oportunidad de caminar la primera; pero tengo que decir que no eché de menos la segunda en ningún momento. Pequeña y cómoda para desplazarse. La recorrí toda a pie. La "Royal Mile" es la calle principal de la Old Town y desde el Castillo de Edinburgh hasta el Palacio de Holyrood. Es importante destacar que, dentro del Castillo está St. Margaret s Chapel, una de las iglesias más antiguas de Escocia. Desde el Castillo hay unas vistas maravillosas a la ciudad. Déjese perder por las callejuelas que salen de la "Royal Mile" pues descubrirá patios interiores de gran belleza.

Calles adoquinadas con tiendas de colores estridentes pintan un escenario que enamora.

Un par de días es suficiente para ver la ciudad.

Sin problema.

Sin problema.