Restaurante “Ca la Quica Castaño”

Es muy difícil transmitir en un post lo que sentí durante mi primera visita a "Ca la Quica". Lo resumiré rápido: es uno de mis top-5. Dicho esto, creo que ya me será más fácil seguir escribiendo.

Puedes pasar por delante sin verlo. La entrada es discreta. Está ubicado en una calle pequeña y escondida. Supongo que es parte de su encanto, a la vez que un gran inconveniente ... más que nada por la cantidad de gente que se perderá la oportunidad de conocer tremenda joya gastronómica.

Una vez dentro, el tiempo se detiene. Estás a gusto. No tienes prisa.

Ubicado en la planta baja de una casa que fecha del siglo XIX. Seis estancias, todas acogedoras y con su encanto. Hay dos que son las más grandes; con 3 ó 4 mesas cada una de ellas. Paredes de piedra, mesas de madera y cuadros modernos en las paredes. Las otras 4 tienen un carácter más privado. Menos una, el resto están rodeadas de botellas. La de la bodega es fantástica: mesa larga con vigas de madera en el techo y los vinos de la carta expuestos por los laterales. Pau hace una pequeña explicación en cada rincón del restaurante que hace que aún le cojas más simpatía al lugar. Por todas partes se respira la importancia que le dan al vino.

Me cautivó la pasión con la que Toni (chef y alma de todo) y Pau (las salas son suyas) viven la gastronomía.

Tipo: ellos se definen como cocina sincera y respetuosa con las materias primas. Yo la definiría como cocina de autor muy honesta y de altísima calidad. Tuvimos la oportunidad de probar:

• Calçot en tempura - hay tempuras y tempuras ... y luego está la de Quica! Única.
• Foie mi-cuit de pato con cobertura de manzana caramelizada - la capa gruesa de la manzana caramelizada es una auténtica delicia mezclada con el foie. Uno de los platos estrella.
• Ensalada de tataki de atún con chips de yuca y aguacate - refrescante y exquisita a la vez. Los cítricos le dan un toque especial. Da pena romper tremenda obra de arte.
• Bacalao confitado con romesco deconstruido - plato fino y elegante. Muy sabroso.
• Ensalada con queso de cabra la bauma, torta de hojaldre, mermelada de higos y vinagreta de romero.
• Falso ravioli de vieiras, corazones de alcachofa y tocino - de los mejores platos que he probado nunca. Sensacional. El tocino le da el toque de diseño al plato ... Sé que volveré a comerlo. Contraste de sabores que me enganchó.
• Chipirones a la plancha, tocino y guisantes picantes - delicioso el caldo donde reposaban los tres ingredientes y sensacional el punto de cocción de todos los productos.
• Lomo de corzo con salsa de ratafía y castañas - muy tierno y sabroso. Genial idea la de añadir las frambuesas.
• Bizcocho de limón y albahaca con frambuesas y crema - plato bonito, a la vez que delicioso. Una pequeña obra de arte que da tristeza romper.
• Trufa de chocolate en tempura sobre crema de mascarpone - no lloré por educación! Impresionante.

Gracias, Toni, para dejarnos conocer tremenda joya de la gastronomía catalana.

Fuera hay una terraza, llamada "485", con servicio de restaurante más informal (tipo tapas), que tiene la curiosidad de que el suelo es de arena de playa.