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Posada “Kanosta”


Posada “Kanosta”

Acceso

Una vez llegados a Chichiriviche, coged la avenida principal que bordea el mar (Av. Principal Playa Norte) y dirigirse, mirando a mar, hacia la izquierda. La posada está al final de todo.


Av. Principal Playa Norte Chichiriviche
Falcón (Venezuela)
Telf: (0259) 8186246
E-mail: info@kanosta.com
Web: https://www.kanosta.com

Me encantó el oasis que tiene Patrizia Barsanti en pleno Chichiriviche. Un espacio aislado de todo lo que pasa fuera de sus paredes. La posada es un fiel reflejo de su fuerte personalidad. Ambos van a su aire, sin dejarse influenciar por las tendencias o la moda.

Ella es italiana de sangre, pero venezolana de corazón. Adora Venezuela y habla con verdadera pasión de la naturaleza y de la gastronomía de este maravilloso país. Llegó a él muchos años atrás, se quedó y ahora no duda en afirmar que no volverá nunca a Europa.

La posada, a pesar de tener su carácter, transmite paz y tranquilidad. Mil y un detalles, todos ellos con una historia y una explicación detrás, hacen que sea única y diferente. Se le ve mimada, consentida; y eso me gustó mucho. Materiales muy rústicos mezclados a la perfección gracias a la creatividad de la artista ... alma mater de todo.

Para Patrizia, la gastronomía es un acto de amor compartido. Tal cual. Es por ello que se entrega en cuerpo y alma. Es impresionante ver como la buena cocina también se puede encontrar alejada de las grandes ciudades.

Las cenas son al aire libre: ambiente súper romántico, bajo las palmeras, con las mesas de madera y la luz de las velas. Tuve la oportunidad de probar la cazoleta de queso fundido con membrillo de fruta, almendras y piñones (casi lloro), pasta con queso y piñones, pescado sobre un lecho de patatas y salsa de tomate y el flan que consiguió que terminara la cena al igual que como empecé ... llorando!

Los desayunos se sirven dentro, bajo los incansables ventiladores colgados del techo de bambú. Bandejas de fruta tropical impecablemente cortada, gran variedad de quesos y arepas te hacen empezar el día con mucha energía.

Tengo que decir que lo que más me robó el corazón fue el porche. Me fue fácil encontrar el momento para pasar unos minutos y dejar pasar el tiempo sin hacer nada más que disfrutar del silencio. Sofás de madera, detalles de cerámica, bancos hechos con troncos, un columpio que se mueve en silencio... no hubiera salido nunca de aquel rinconcito de tranquilidad.

Las habitaciones son muy rústicas y cómodas a la vez. Impecablemente restauradas y súper limpias. Todas ellas con aire acondicionado, T.V. y nevera. La posada dispone de wi-fi, aunque muchos días el problema está en que no llega internet a la casa.

En la parte trasera, hay un jardín con una pérgola que tiene barbacoa. El espacio es bastante grande y es ideal para todos aquellos que tengáis niños.

Disponen de servicio de "peñero" para ir a cualquiera de las impresionantes playas del Parque Nacional de Morrocoy. Te recogen y te dejan en la playa que hay justo delante de la posada. Comodidad máxima. Dentro del servicio queda incluido una nevera con bebidas y hielo.

La Patrizia ha conseguido crear un rinconcito auténtico y hacer su propio museo.

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