Restaurante “Miralles”

Es imposible hablar del restaurante "Miralles" sin mencionar a Salvador (se enfada si se le llama Sr. Miralles). Hablé de él en la publicación del hotel "Las Capçades" y en el restaurante del mismo nombre; pero... aquí es donde lo conocí. Unos minutos charlando con él fueron suficientes para darme cuenta de que tiene un carisma especial. Salí de allí con admiración y con los ojos vidriosos. Vaya! no me dejó indiferente! Admiración de ver todo lo que ha conseguido por méritos propios. Trabajando y punto. Los ojos vidriosos es un acto reflejo de cómo se le ponían a él cuando me hablaba de sus hijas o de la Campanera (que vivía en "Las Capçades" y que partió no hace mucho). También os lo digo... fue difícil charlar con él. Todos los que entraban en el restaurante le quería abrazar. Independientemente de la buena cocina que ofrecen, vale la pena ir sólo para conocerlo.

La fonda "Miralles" abrió las puertas en 1978. Los jóvenes Pepita y Salvador cogieron el proyecto con muchas ganas. El principio fue duro, pero años más tarde y con la idea de poder mejorar la oferta, decidieron construir el nuevo edificio donde están ahora.

De estilo rústico y clásico. Las paredes son de piedra con las mesas y las sillas de madera. Vigas en el techo, algún cuadro colgado y lámparas de hierro. No hay ninguna estridencia dentro, donde lo que más destaca es el orden. Tiene una capacidad para 120 personas y hay un comedor privado para quien quiera celebrar algún evento más íntimo. También hay otro comedor para banquetes más grandes.

Aparte de los turistas que están en la Terra Alta (Tarragona) descubriendo Els Ports o la Via Verda, la mayoría de los clientes es gente de "toda la vida" de la comarca. Se conocen hace años. Vienen a ver a Salvador y a comer bien.

Tipo: cocina tradicional catalana. Tal y como se definen ellos "cocina a fuego lento con productos de elaboración propia". Este es su punto fuerte: el agua es de los Ports, el pan es artesanal, los corderos son de crianza propia, los vinos son de la comarca. Qué más se puede pedir?

• Queso de cabra en tempura con mermelada de naranja casera - Deliciosa manera de empezar la comida. Aunque la tempura es finísima, consiguen refrescar el plato con la mermelada. Buena mezcla de productos y texturas.
• Choricitos de cabra - Habéis probado alguna vez choricitos de cabra? Yo no. Muy gustosos.
• Crestón en escabeche - Es el plato estrella. Mucha gente viene hasta aquí para probarlo. Su pastoreo semisalvaje, su alimentación vegetal, la pureza de las aguas de los Puertos y el control diario, hacen que sea una de las carnes más exquisitas. Está cocinado con la austeridad del siglo XIII, con mucha paciencia.
• Queso fresco hecho en casa con helado de miel y piñones - Una especie de requesón buenísimo.

Los fines de semana, a parte de la carta, también hay menú.

No os vayáis sin hacer la escapada al Convent de Sant Salvador!

Buena gente (que se hace querer) con buen producto en la mesa. Genial!