Restaurante “Casa Leopoldo”

El precedente de la "Casa Leopoldo" abrió sus puertas en 1929 como bodega en la calle Aurora. No fue hasta 1936 (dos semanas antes del inicio de la Guerra Civil Española) que se instaló en la calle Sant Rafael, en medio del Raval, donde todavía están ahora. Poco a poco fue cogiendo reconocimiento hasta convertirse en un clásico de Barcelona. De hecho, permaneció con esa buena reputación hasta el 2015; año en que la conocida Rosa Gil, nieta del fundador, decidió no continuar con el negocio.

A parte de ser un buen restaurante, fue un sitio frecuentado por artistas y personas influyentes como Pablo Picasso, Salvador Dalí, Manuel Vázquez Montalbán, Manel Serrat, Maruja Torres i Lola Flores entre muchos otros.

2017 fue un año de inflexión para "Casa Leopoldo". Sinceramente, pienso que mi admirado Romain Fornell - del que tantas veces os he hablado en "La Plassohla", "Caelis", "Café Emma", "Café Turó" o en "La Taverna del Mar"- y Oscar Manresa (al que tuve el placer de conocer no hace demasiado) fueron muy valientes ponerse al frente de este mítico restaurante. La aventura funcionó hasta que llegó la maldita pandemia. Fue entonces cuando cerraron.

Era un sitio histórico, con mucha reputación, un público fiel y con un carácter que arrasaba. Por eso digo y diré siempre que Romain y Oscar fueron valientes. Se enfrentaron a muchos retos. Cuando arrancaron el nuevo proyecto, el restaurante llevaba un año y medio cerrado. Ellos sacaron adelante este proyecto respetando el pasado. ¡Qué importante es no borrar la historia de los sitios! De forma increíble, fueron capaces de mantener la estética del local y respetar el alma de los platos. Los adictos a la gastronomía de la ciudad (entre ellas, yo) mirábamos de reojo y con cierto miedo a esta nueva aventura. Era un miedo mezclado con curiosidad de ver cómo acabaría todo; pero la pandemia hizo mucho daño.

A principios de 2024 "Casa Leopoldo" ha vuelto a abrir sus puertas. Esta vez lo ha hecho de la mano del grupo "Banco de Boquerones". Aún no he ido, pero he leído que han respetado la historia del espacio y que sirven platos de la cocina tradicional catalana como canelones de asado, albóndigas con sepia y habas con butifarra y menta. La verdad es que promete.

Tienen cocina abierta de lunes a domingo de 12h a 24h. 

Detrás de las históricas puertas de la calle, hay tres comedores. En todos destaco los azulejos de las paredes, los cuadros clásicos y los carteles taurinos. Decoración auténtica.