Escapada Kapros y Alogomandra

Estaba alojada en Pollonia y tenía pocos días para disfrutar de Milos; así es que me aventuré a pedir consejo en el hotel. Quería estar segura de que, aparte de las dos visitas que me habían llevado hasta la isla, no se me pasaba por alto ningún otro destino digno de ser visitado.

Enseguida me hablaron de Alogomandra. Me la vendieron como una playa tranquila y bonita. Apenas comienzo a circular por la carretera que va de Pollonia hacia Triovassalos, una roca en el mar me hizo detener el coche de forma brusca. Formaciones rocosas redondeadas crean un paisaje muy curioso. Está lleno de rocas agujereadas y mini calas monísimas concentradas en pocos metros. Caminad por la costa cerca del mar y descubrireis rincones fantásticos que, desde la carretera, no se ven. En pocos minutos lo tendréis todo visto. Esto es Kapros (al oeste de Papafragkas), pero no busquéis ningún cartel con indicaciones. No encontraréis nada.

Siguiendo por la carretera se llega al pueblo de Agios Konstantinos. Salí en un desvío pensando que llegaría a playa de Alogomandra; pero, para mi sorpresa, llegué a este pueblo tan auténtico. Casitas blancas muy sencillas con las puertas azules se distribuyen alrededor de una pequeña cala que les permite tener las barcas justo delante. El silencio sólo se rompía con los gritos de los vecinos hablando entre ellos sin salir de sus casas... brutal!

Desde aquí es desde donde se tiene la mejor vista de la playa de Agios Konstantinos. Es una playa relativamente grande para la dimensión de la isla con arena blanca y agua azul turquesa. Una sola persona en la playa. Sólo si os acercáis hacia la costa, veréis Alogomandra... piscina natural maravillosa. Esta parte es la más bonita, pero hay que tener en cuenta que a partir del mediodía ya hay sombra.

La visita vale la pena porque se pueden ver formaciones rocosas, un pueblo y una playa en pocos metros y, lo más importante, sin ver un sólo turista.

Duración:

Se puede hacer lo largo que uno quiera,

Niños

Sin problema.