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Escapada Glaciar Jungfraujoch


Escapada Glaciar Jungfraujoch

Acceso

Sólo se puede acceder en tren. El coste del viaje (ida y vuelta) es de 100 € aproximadamente y se tarda dos horas en llegar arriba.

Desde Grindelwald o Lauterbrunnen hasta Kleine Scheidegg se llega en tren normal.

Después, en este último pueblo, se toma el tren cremallera que lleva al Jungfraujoch.


Jungfraujoch
Grindelwald (Suiza)
Web: https://www.jungfrau.ch/

Nadie puede irse de Suiza sin hacer la clásica excursión al glaciar "Jungfraujoch".

Hay dos cosas que me impresionaron mucho: una es el maravilloso escenario que nos regala la naturaleza en este rincón del mundo; y la otra, la larga y dura historia que hay detrás y que nos permite (a día de hoy) disfrutar de este escenario.

Todo comienza a finales del 1800. El industrial suizo Adolf Guyer-Zeller, en el transcurso de una caminata, tiene una idea. Quiere abrir un túnel a través de "Eiger" y "Mönch" para construir un tren cremallera que lleve a "Jungfrau". Todo el mundo apoyó el proyecto y sólo un par de años más tarde comenzaron las obras. Se contrataron unos 100 obreros italianos que dormían en chozas al pie de la montaña y donde una cama era compartida por tres. El trayecto, Kleine Scheidegg - Eigergletscher, se construyó con pala, pico y fuerza humana. La inauguración fue sólo dos años más tarde.

Justo cuando empezaron a dinamitar el túnel es cuando aparecen los problemas: muere Adolf Guyer-Zeller de una neumonía, 6 trabajadores pierden la vida en un accidente laboral, huelgas constantes de los trabajadores y despidos por parte de la empresa. Los problemas económicos se agravan, las obras se detienen durante un par de años y la empresa despide a todos los trabajadores.

El proyecto sufre un cambio de foco. Se desestima la cima del Jungfrau y se decide conquistar el Jungfraujoch. Logro alcanzado en 1912.

Hasta que no conocí la historia, no entendí que todo el mundo habla del "Jungfrau" cuando en realidad se refieren al "Jungfraujoch". Esta última es donde llega el tren cremallera y donde está el mirador.

Está ubicada a 3.454 metros de altura.

Sólo por el recorrido del tren, ya vale la pena hacer la excursión. De Kleine Scheidegg a Jungfraujoch se va con el tren rojo que lleva el nombre de Adolf Guyer-Zeller. Al principio, la niebla no me dejó ver nada. Después, la luz de los primeros rayos de sol iluminando la blanquísima nieve de las montañas y ver las nubes por encima, me regalaron tal espectáculo a la vista que el trayecto se me hizo súper corto. El recorrido de Grindelwald a Klein Scheidegg se hace con un tren amarillo que encaja perfectamente con el maravilloso paisaje; casitas de madera en medio de los campos verdes y las montañas al fondo.

Una vez arriba y ya superado el pequeño mareo por la altitud, el propio glaciar deja sin palabras. Kilómetros y kilómetros de montañas con nieve. Gracias a unos excursionistas que estaban escalando fui consciente de la magnitud. El ambiente es súper frío y con viento, pero muy limpio vez.

En la terraza "Sphinx", que está ubicada a 3.571 metros de altura, se llega gracias al ascensor más rápido de Suiza. Sólo necesita 27 segundos para subir al fantástico observatorio, que es uno de los puntos más visitados. Desde aquí se ve el glaciar "Aletsch", en el sur, el "Mönch" y "el Eiger" en el noroeste y el sureste el "Jungfrau".

Lo que más me impresionó: la planície del Glaciar.

Visita obligada.

Duración:

La escapada se puede hacer en una mañana bien aprovechada.
Aconsejo tomar el tren pronto por la mañana (yo lo cogí alrededor de las 07h). Los primeros rayos de sol le dan una luz especial.


Niños

Sin problema.


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