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Ruta gastronómica por la provincia de Gerona (1/1)

He decidido empezar la temática de “Rutas Gastronómicas” con la provincia de Gerona porque, sencillamente, es la que tengo más completa. Priorizando Gerona no pretendo, en ningún caso, decir que las otras provincias o que los restaurantes de la misma Gerona que no menciono, están por detrás. Ni mucho menos. Y… no dudéis que esta lista irá creciendo. Aún me queda mucho por ver y lo seguiré contando!

De momento, cinco chinchetas para ubicar en el mapa los cinco primeros restaurantes. Ya sabéis que me gusta marcar los mapas… eso me ayuda mucho a organizarme. Inicialmente, haré la ruta circular empezando por los que están en el interior y bordeando la costa hasta llegar de nuevo a Barcelona. Los agruparé de 5 en 5, iré haciendo entregas a medida que vaya cerrando los grupos e iré añadiendo los descubrimientos nuevos poco a poco.

Comienzo en Bonmatí! El “Duc de l’Obac” está en el centro de Bonmatí, un pueblo pequeñito (del que no había ni oído hablar) que está ubicado a 20 minutos de Girona y al pie de las Guilleries. Lo mejor del pueblo es, sin duda, el restaurante. Justamente por eso pienso que quien va a comer al “Duc de l’Obac” va expresamente y no de paso. El chef, Josep Sabrià, diseña el menú dándole protagonismo al producto de temporada. Ofrece una cocina elaborada gracias a su amplio conocimiento de la cocina catalana y a que ha vivido el mundo de la hostelería dentro de su propia casa. Destaco el coulant de foie con ceps a la crema y el arroz seco de sepias con alioli suave. Dos auténticas perdiciones.

La siguiente parada la hago en “Font Moixina” de Olot. Clásico de clásicos. Lugar que descubrí gracias a mi abuelo, selecto gastrónomo y aventurero al máximo. Está situado dentro del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, justo en el paraje de la Font Moixina, que en el año 1955 fue declarado de interés nacional. Disculpad que no muestre fotos de los platos. Por un lado, recomiendo muchísimo ir en época de setas y, por el otro, es imprescindible probar la brandada de bacalao que tiene una textura única.

Font Moixina

Los que me conocéis ya sabéis la estima especial que tengo al emblemático “El Pont Vell” de Besalú. Lo tiene todo: buena gente, buena cocina y excelente ubicación. Comer en una casa del S.XVIII con vistas al puente de Besalú y al río Fluvià es casi un sueño. Nuria y Anna, madre e hija, se entregan a diario en cuerpo y alma. Cocina catalana dedicada en la que destaco las vieiras con asado y trinxat y el conejo agridulce (receta medieval).

Pont Vell Pont Vell

Salto hacia el Cap de Creus. Justo al final de la carretera, al lado del faro está el restaurante con el mismo nombre “Cap de Creus“. Está ubicado en un edificio auténtico castigado por la tramontana. Eso y el ruido del viento, que no se detiene nunca, le dan más encanto al escenario. De este restaurante destaco las vistas. Es por ello que recomiendo ir en verano y, si puede, disfrutad del vermut fuera. Las vistas son impresionantes. Ahora bien, la comida es mejor hacerla dentro. El viento incomoda bastante. Aunque los currys son la especialidad del chef Chris Little, yo me quedo con el pescado fresco

Entre Figueres y Girona hay la localidad de Orfes. Yo no había oído ni hablar, pero allí está Albert con su “Barretina“. Único y auténtico. Local rústico con cocina casera. La entrada me hizo gracia: un recibidor y escaleras que terminan en una puerta cerrada. Llamas y abre él con una sonrisa de oreja a oreja. A partir de aquí, dejaros llevar por él; eso sí, no os vayáis sin probar el pastel de cebolla con confitura de cebolla (especialidad de la casa) y el flan de setas con vinagreta de verduras.

La Barretina La Barretina

No olvidéis que ésta es la primera lista con 5 restaurantes. Poco a poco, iré publicando más.

Disfrutad de la buena cocina y de la gente fantástica que hay detrás!

 

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